PICT0127La piedra es un material noble muy utilizado en nuestras viviendas, y como bien dice nuestro paisano y amigo Javi Petralanda "La piedra no es un ser inanimado. En términos absolutos no existe nada inanimado en el Universo". La piedra puede, y de hecho es sensible al entorno, impregnándose de las energías que las circundan (no solo el calor) y guardando "un recuerdo dinámico y estable" de las mismas. Nace así la necesidad de utilizar la cantería, un arte para dar espíritu y vida a la piedra.

Steiner lo aclaraba: No solamente los seres vivos y las corrientes magnéticas superficiales que recorren la Tierra están sujetos a las influencias del Cielo (Planetarias, zodiacales, cósmicas) también los minerales del interior de la Tierra que de ninguna manera son estáticas y están inactivas. También ellos reaccionan a los movimientos de los astros y según estos y sus ciclos se cargan o descargan de energía afectando al crecimiento vegetal. Este es un hecho puesto en evidencia a diario por la agricultura tradicional y por los practicantes de la agricultura biodinámica.

Es lo que llamamos memoria de las piedras o memoria de las paredes en la práctica geobiológica. Esta capacidad de interaccionar con el entorno es extremadamente sensible a la acción humana sobre todo cuando actúa de manera consciente e impregnada de sentimiento.

Como se ve en las imágenes siguientes, es posible utilizar la piedra tallada y preformada, polarizada, y con vida propia.(Imagenes de una vivienda ejecutada en Natxitua por el constructor Jose Leibar "Isidu" y su hijo Igor Leibar en el año 2003, con ayuda de la canteria Harrri-bilbu)