Por más invisible que sea el aire, como toda materia, está formada por un conjunto de moléculas individuales. Cada una de estas moléculas, contiene pequeñas partículas de cargas positivas (protones) y cargas negativas (electrones). Cuando la cantidad de cargas positivas es igual a la cantidad de cargas negativas, tenemos una partícula con carga eléctrica nula, ya que los electrones y los protones se cancelan mutuamente.
Al romperse el equilibrio entre dos de los componentes de un átomo (protones y electrones) se producen los iones.
Como los iones afectan de este modo al organismo:
- 1. Sistema respiratorio: Es la vía principal de absorción de iones, es muy sensible a cualquier alteración del equilibrio iónico. En las mucosas de la tráquea y los bronquios hay unos pequeños cilios o filamentos que vibran constantemente para limpiar el aire que inhalamos y filtrar los gérmenes microscópicos que haya en él. Cuando la atmósfera está cargada de iones negativos, estos cilios mantienen su actividad vibratoria, eliminando las sustancias nocivas (polvo, polen, humo de tabaco, etc). Pero cuando son positivos esta función se altera y nuestro sistema respiratorio reacciona manifestando alergias, asma, bronquitis o, simplemente, sequedad de garganta.
- 2. Sistema nervioso: Un exceso de iones positivos o un déficit de iones negativos causa un aumento en la producción de serotonina, una hormona producida en la glándula pineal de todos los mamíferos y cuyo incremento provoca hiperactividad, estrés, agotamiento, insomnio, ansiedad e incluso depresión.
- 3. Sistema circulatorio: El incremento de serotonina que se produce ante el aumento de iones positivos, hace que los vasos sanguíneos se contraigan y circule menos sangre a través de ellos, algo que perjudica nuestra salud en general.
- 4. Actividad sexual: El predominio de iones negativos estimula la actividad sexual y favorece la fertilidad de hombres y mujeres. La causa fisiológica es que este tipo de iones reducen los niveles de serotonina, la cual produce estrés, el cual suele inhibir la libido y por tanto la actividad sexual.
- 5. Piel: Los iones negativos mejoran la epidermis al oxigenarla más y por tanto influyen benéficamente sobre alteraciones cutáneas como el acné, la psoriasis, urticaria, quemaduras, etc.
El aire normal en un edificio con las ventanas abiertas cuando la contaminación es baja puede rondar los 500-1000 iones-/c3. Y el nivel mínimo que debería tener una vivienda, dormitorio o lugar de trabajo serian los 1000-5000 iones.
Concentración de iones negativos (por c.c.) en distintos emplazamientos:
- 0-250. Edificios de oficinas cerrados herméticamente con aire acondicionado y calefacción central.
- 0-250. Ambiente interior con humo.
- 20-250. En el interior de un avión.
- 250-500. Ambiente interior normal.
- 250-750. Ambiente urbano en una ciudad industrial.
- 1000-2000. Ambiente del campo.
- 1000-5000. Ambiente de montaña.
- 2500-10000. Olas del océano.
- 5000-20000. En el interior de cuevas.
- 25000-100000. Cascadas.