Barbadillo del Pez es uno de los tres pueblos que comparten nombre, junto al “de Herreros” y “del Mercado”. Se sitúan sobre la antigua ruta de las minas de hierro de Monterrubio, sobre el río Pedroso. La más antigua fuente en que recoge una cita que hace mención por vez primera a la localidad de Barbadillo de Herreros es en 1027 y se refiere a ella como Barbatello de Ereres (28) Quizá la industria metalurgica más antigua del país esté aquí.
En la Sierra de la Demanda existe una tradición de laboreo del hierro que puede retrotraerse a época prerromana, y ha llegado hasta nuestros días. Prueba de ello es la profusión de restos materiales, con vestigios de antiguas explotaciones aun localizables y numerosos escoriales, que indican primitivos trabajos de fundición. Los romanos, nuevos dominadores del área, impulsaron su explotación.
El proceso metalúrgico era complejo, se desarrollaba en distintas fases y requería diferentes espacios de trabajo, en cada uno de los cuales se desenvolvía una actividad concreta.
El primer paso y con el fin de favorecer la reducción en el horno y disminuir el consumo de combustible, los antiguos ferrones procederían a la preparación del mineral mediante trituración y lavado, para tratar de eliminar la ganga; razón por la cual estas instalaciones se ubicaban en las proximidades de arroyos. Seguidamente, el mineral era sometido a una calcinación lenta con madera, a temperaturas comprendidas entre 500° y 800°C en hornos auxiliares, similares a los hornos de reducción, dejando el mineral seco, listo y preparado para el horno de reducción.
El segundo paso es en los hornos de reducción, el calentamiento es directo, y se dispone el mineral mezclado con carbón vegetal como combustible, en capas alternas. El inicio de la reducción sólo se alcanza a temperaturas del orden de los 1.100°–1.200°C, aproximadamente, cuando se comienza a licuar la escoria no deseada y el hierro se separa químicamente del resto de elementos presentes en la mena mineral.
El tercer paso es otro tratamiento (recocido, temple, cementación, etc.) para adquirir la calidad requerida en los talleres de forja o afinado.
Alrededor de Barbadillo de Herreros se aprecian muchas escorias, en la zona alta y la más cercana a las minas de Monterrubio, era donde habían los hornos.
En cambio en Barbadillo del Pez se han encontrado material ya forjado, aquí estaría la tercera fase del proceso, las forjas. Barbadillo del Pez fue CABEZA DE UN ALFOZ con 22 aldeas hasta el siglo XI. La zona mantuvo una población estable y organizada desde temprana época altomedieval y llegó a tener una Real Fábrica de municiones en el siglo XV.
Vamos a acercarnos a un significado etimológicamente aceptable para este topónimo, y lo haremos desde el idioma que se habló en este lugar en tiempos remotos. Toda la zona de la sierra de la Demanda, noreste de Burgos, la Rioja y Soria era vascoparlante hasta el siglo II aproxim, según Menendez Pidal y bilingüe un tiempo más. Desde el topónimo prerromano de Amaia, Urbiena, Oña, Arauzo, Abaoaga, Nonzabaya, Urbión, Urría, Urrez (Urrezti en 1065), etc., la zona burgalesa dispone de más de un millar de topónimos euskerikos y lo mismo en la zona riojana con Ezcaray, Altuzarra, Zaldierna, Urdanta, etc.
Este topónimo aparece en el documento fundacional de Covarrubias de 978, se cita entre la dotación otorgada por el conde Garci Fernández: "Barbatiello" de Albaro Telliz. Como territorio del Infantado, en 1148 recibió la ya denominación de Barbadello de Pece". Barvadelo en 1160. Barbatello Piscis en 1190. Barbadelo en 1218.
PECE O PEZ? Qué significa? Evidentemente no es el nombre del dueño o amo del poblado. PEKO en euskera es súbdito, subordinado, cargo, patrocinio, el de abajo. Y con el romance castellano evolucionó de la siguiente forma: primero fue latinizado con el sufijo "e" del latín como "pecoe" (de peko>pecoe) significa "de peco" como en rosa>>rosae. Después ese diptongo grafiado OE, por la evolución fonética del castellano (regla n°27), se monoptongó en "E", dando el resultado de PECE. Así nos llega como el Barbadello DE PECE anteriormente mencionado del año 1148.
El bilingüismo de la época suma otra letra al término, la Z, de -EZ. Este sufijo -EZ es el patronímico típico ibero y euskaro, que después paso al romance castellano, y significa "de" o "hijo de", pj. GonzalEZ (hijo de Gonzalo), SanchEZ (hijo de Sancho). Así, desestimando el "beko" de "el de abajo", también sinónimo de PEKO, este evoluciona a pecoe>>pece>>pecez>>peces, y aunque parezca extraño, PEZ o PECE toma un significado como "DEL CARGO", donde vivía en que encargado del CONDE para la zona minera.
BARBADILLO
Según EL DICIONARIO ETIMOLOGICO DE LOS PUEBLOS DE ESPAÑA, <<Barbadillo (los tres de Burgos y el de Salamanca) significa "Redil" o "Corral del MOLINO".>> Molino? Eso dice este diccionario? Vamos a ver como si puede ser.
El topónimo ibérico es un retazo de la conversación y cumple siempre dos funciones: identificativa y descriptiva. A ellas se corresponden los dos elementos del topónimo: la FORMA y el CONTENIDO. La forma es generalmente una composición, esto es, el resultado de la aglutinación de dos o más formas; algunas veces se trata de derivaciones (raíz y afijo) y, muchas menos, de formas simples. Así son los topónimos e hidrónimos íberos, una frase reducida al máximo entendible.
Empezaremos desgranando el topónimo:
BAR+BADI+LLO
- BAR parece ser un término muy antiguo, significa “mineral extraído” en bruto, sin tratar. Viene del euskera Beko+Ax+R; B de beko/peko como “de debajo”; A de ax como piedra o peña; R como movimiento; así AR es piedra trabajada, como en ARgiñe que es cantero en euskera. Este mineral (BAR) pasado por un horno (con llama AZUL o URDIN en euskera) mejora sus características. Las llamas amarillas y rojas normalmente aparecen entre los 500 y 1000 °C, las anaranjadas a 1,100 – 1,200 °C y las azules a temperaturas mayores a los 1,300 °C. Es así que los vascos e iberos lo llamarían BURDIN. Los fenicios y hebreos Barziil. Manuel Agud en “A propósito de BURDIN” hace un recopilatorio del termino burdin (hierro): Caro Baroja (Los vascos 256 Ed. AE, p. 183), dice: "Raro es que el nombre del hierro [ ...] tenga sus paralelos más posibles en lenguas de entronque lejano (se ha pensado incluso en el hebreo y fenicio BARZIIL)". Sigue apuntando que en idioma SVANO (lengua kartveliana hablada en el noroeste de Georgia) existe para el 'hierro' BEREDZ. En eI etíope BERT es 'mineral' y BERAT 'hierro'. En lenguas cuchitas del Nilo da BIRTA, BIRR. En sumerio BARZA. En el acadio PARZILLU. Etc. El importante lingüista y filólogo suizo Johannes Huhschmid (ZRPh 71, 241), al decir que -rd- y -rr- (burdina/burrifia,) se ha originado de -rz- parece que parte de la aludida forma semítica BARZIIL. Y el autor Karl Bouda (BuK 337) cuando aceptaba ese origen para la palabra, siguiendo a Sch., tambien suponia un cambio vasco de -z- a -de, como en una correspondencia vasca que intenta establecer: eder/ svano ezer. Otros toman burduin como básico y buscan para ello una explicación latina, Rechazando las formas anteriores, pero en cambio hablan de una raíz BAR-/PAR-, que estaría atestiguada en el germ.. braes, brass, etcetera. Y puede ser este el motivo por el que BAR más el sufijo vasco “-rena” sea la herramienta de los mineros "barrena".
BADIOLA. La terminación “ola” en ocasiones puede ser un locativo como en Urkiola (sitio de hayas), pero también significa forja, fundición, molino movido por la fuerza del agua o sin agua. Estos estaban especializados en diferentes tipos de trabajos o materiales, egurrola (aserradero), arriola (molino de arena o terrones de cal), burdinola (ferrería), y en las fases de la producción de hierro también. Por ejemplo en 1802 en Zeánuri (en el sur de Bizkaia), había "6 ferrerías que labran fierro en primera materia" y "13 fraguas de hacer clavo de herrar y herramientas de la labranca" (AEF VI 77) Pero el que me interesa en especial es Badiola. Sería un espacio especializado; "BAHE" es criba, cedazo en euskera. Pues resulta que “cribar” es una de las tareas en la producción del hierro como hemos dicho antes, además de machacar los terrones del basto mineral hasta conseguir una gravilla diminuta, limpiarlo con agua y secarlo para el posterior horno reductor. ADI en euskera es preparado, atento, así que, BAhe + aDI + OLA>>BADIOLA es el lugar de donde se ejecuta esa primera fase, la de dejar el mineral preparado y listo para el horno. (Ver imagen, pisones, cribas de diferentes espesores, etc). He descartado otras opciones similares que no dan sentido al termino aunque si pertenezcan al gremio en cuestión, pj Badil que es la paleta de hierro para mover la lumbre o brasas y deriva de un discutido “batillum” de origen era “batilla” pero no saben de dónde sale su origen y se cree que es un préstamo que adquirió el latín. Indicar que en lengua Ibera “betiar” es vaso o recipiente, de “beti+ar” (acción de llenar en euskera o para llenar), Batil bien podría ser un préstamo del etrusco al Latín, y el etrusco es similar al ibero y al euskera en muchos aspectos y términos.
- -ILO: diminutivo del romance. Entra dentro de la lógica, al separar las fases de la producción de hierro en diferentes espacios más especializados pero más reducidos.
EVOLUCION FONETICA AL CASTELLANO:
BAR BADIOLA ILO
BARBADIOLLO (37)
BARBADILLO (39)
- REGLA 37: Disimilaciones: algunos sonidos latinos se transformaron o desaparecieron por semejanzas a otros sonidos en su evolución al castellano: 1.º.- parciales: cuando un sonido o una sílaba se transforman en otro sonido o sílaba semejante por la proximidad de otro sonido afín: /n-m/ > /l-m/, /m-m/ > /n-m/, /m-n/ > /m-l/, /l-l/ > /l-r/, /r-r/ > /l-r/ o /r-l/, /ti-ti/ > /ti-θi/. 2.º.- totales: se suprime un sonido o una sílaba completa: /r-r/ > /l-Ø/ o /Ø-r/.
- REGLA 39: Los hiatos latinos y romances tendieron a eliminarse en castellano: 4.º.- perdiendo una de las dos vocales.
BARBADILLO significa “PEQUEÑO MOLINO DE CRIBA MINERAL”
28 Un diploma de Covarrubias de 1027 que registra la compra de una divisa de Barbadillo por Doña Urraca, señora del Infantado de Covarrubias, lleva esta nota al dorso en letra visigótica. SERRANO, Fr. L., Fuentes para la Historia de Castilla por los PP. Benedictinos de Silos. Cartulario del Infantado de Covarrubias, Valladolid, 1907, pp. 41-42.