Es muy conocido el dicho popular de "somos lo que comemos". Lo mismo podemos decir; "dime donde vives y te dire lo que padeces" en referencia al lugar donde vivimos. Según sea nuestro entorno, así funcionará nuestro organismo y así se reflejará en nuestro estado de salud.

El estar expuesto a intensas radiaciones naturales o artificiales, o a variaciones continuas en los campos electromagnéticos que nos rodean, somete a nuestro organismo a continuas interferencias en su funcionamiento bioelectromagnético. Eso obliga a todos nuestros órganos a afrontar un estado de adaptación permanente para poder seguir funcionando. Cuando esto ocurre durante largo tiempo, nuestros sistemas vitales se desgastan por estrés biológico.

Por estos motivos nos preocupamos por fomentar continuamente una adecuada Salud del Habitat.