El arquetipo del caserío vizcaíno que surgió hacia el año 1500 está representado por el caserío Landetxo Goikoa de Mungia: un edificio de tres crujías longitudinales, con estructura de postes enterizos exentos de la fábrica de cantería que soportan una armadura de correas.

Es un rasgo identificador de este tipo de casa el hecho de que las correas de la cubierta aparecen unidas entre sí por una densa alineación de tirantes, encepados bajo las contracorreas. Este es un tipo de caserío en el que el granero, situado en la primera planta, en el centro de la fachada, adquiere un enorme protagonismo y que habitualmente dispone de soportal centrado en el frontis. El cuerpo central de la fachada es de madera y aparece retranqueado respecto a los laterales, que son de piedra. 

En los ejemplares más elaborados dispone de un muro cortafuegos transversal en el que se abren hasta cuatro arcos que acogen los pesebres del ganado. Este medianil, que separa a hombres de animales, constituirá una de las constantes más duraderas de las mejores casas vizcaínas a lo largo de la historia, garantizando además de la seguridad contra incendios una organización más higiénica y racional del espacio. Las plantas son casi siempre simétricas y la zona de vivienda permanente tiende a quedar reducida al tramo delantero del piso bajo, aun cuando ocasionalmente puedan utilizarse como dormitorios de verano los cuartos superiores que se asoman a los laterales de la fachada principal, que cuando la familia dispone de medios reciben un tratamiento visual de prestigio. El área de difusión geográfica de este modelo de caserío abarca todo el territorio de Bizkaia, así como la cuenca alta del río Deba en Guipuzkoa, y los valles atlánticos alaveses de Aramaiona y Ayala. En el frente occidental es probable que este modelo no llegara nunca a penetrar más allá del río Agüera, e incluso los poquísimos ejemplares conocidos en Arcentales o Trucíos pueden considerarse marginales frente a otras formas de vivienda agrícola local más compactas, de carácter casi cúbico, que se difundieron en la zona en el siglo XVI.

Para este articulo hemos tomado como referencia el libro " Euskal Herriko baserriaren arkitektura".